El Comodoro Medico (R) VGM Dr. Fernando Espiniella fue el Jefe de la Sanidad de la F.A.A. en Malvinas.
La Asociación “Conejo Alado en Operaciones.” nuclea al personal militar de sanidad de 1982
El citado Dr. quien es amigo de nuestra Asociación, ha escrito varios libros y artículos, entre los que figuran el libro EL TANGO Y LA AVIACION ARGENTINA, y además es un gran conocedor y admirador de nuestra música típica de Buenos Aires (Tango) y nos envía este maravilloso artículo.
Fuente http://www.todotango.com/historias/cronica/421/El-Baile-de-los-Aviadores/
Sitio declarado de Interés Nacional
El Baile de los Aviadores
Los aviadores —como los estudiantes de medicina que hacían su baile del internado anualmente—, tuvieron también sus galas danzantes, que se realizaban durante el carnaval porteño, es decir, en los meses de febrero o marzo de cada año, desde 1923 a 1936. Hemos podido constatar 14 aunque se dice que llegaron a las 16 ediciones, en los que se presentaron orquestas y cantantes, y se estrenaron nuevos tangos.
Se realizaban el primer día de carnaval y se anunciaban como El Baile de los Aviadores. Se atribuye su creación a Amadeo Canale, el autor de los tangos “Oro y seda”, “Desde las nubes” y “Hollín”. Además, compuso el foxtrot, “Reyes del aire”, referido a los aviadores.
Pero en otra publicación que trata la génesis de nuestra aviación, escrita por Julio V. Lironi, se señala al aviador Enrique Adrián Roger —quien fuera también presidente del Aero Club Argentino—, la idea de que «…instituyó en 1922 una fiesta anual de camaradería que se llamó Gran Baile de los Aviadores, concurridísimas e inolvidables reuniones danzantes, que bajo su presidencia, se prologaron por más de 24 años…», cifra que difiere de la señalada en el párrafo anterior.
Dejando de lado el número de reuniones danzantes realizadas, hayan sido 16 o 24, es dable decir que las mismas se hicieron en los teatros Ópera, Coliseo y Casino y, en una ocasión, se realizó en el Teatro Colón, ya municipalizado. Según la revista Fray Mocho del 25 de febrero de 1916 el Casino era de todas las salas «…la que mejor se presta para bailes en verano, por ser la más fresca de la capital gracias a su techo corredizo y a sus ciento cincuenta ventiladores, estratégicamente distribuidos…».
En algunas reuniones hemos encontrado que había dos bailes el mismo día y a la misma hora, lo que sugiere que podía haber habido dos entidades diferentes entre los aviadores, cada una con su baile, pero ello no resulta claro en la investigación, dado que, al realizarse un solo día, es posible que todas las gacetillas enviadas a los periódicos no se publicaran. En consecuencia, el número de dieciséis o de veinticuatro bailes es arbitrario. Algunos autores sostienen que el último baile fue el Nº 16, pero de la búsqueda realizada no parece ser así. De todas maneras transcribimos los resultados hallados:
1923. El Primer Baile de los Aviadores, se realizó en el Ópera, el 24 de febrero, organizado por una comisión presidida por Roger. El anuncio publicado en el diario Crítica del 2 de febrero de 1923 decía: «Como corresponde por el carácter de la fiesta, los obsequios para la concurrencia serán distribuidos por medio de pequeños paracaídas lanzados desde la cúpula del teatro». El mismo día se organizó en el Coliseo otro baile de disfraz y fantasía. Las orquestas actuantes eran la típica de Augusto Berto y la jazz band de Frederickson. Además se realizó cacería de globos con premios, hubo concurso de bailes para profesionales y aficionados y premio para los mejores disfraces alusivos a la aviación, a las máscaras más originales y números sorpresa. Asistieron miembros de la misión italiana llegada de visita al país, acompañada del Mayor Pedro Zanni y del Barón Antonio De Marchi.
1924. El Segundo Baile de los Voladores, como también se lo llamó, se hizo el 29 de febrero en el Coliseo, donde actuó la orquesta de Osvaldo Fresedo y Azucena Maizani estrenó el tango “Desde las nubes”, dedicado «A los soñadores del espacio». Intervinieron en el festejo actores y cantantes: Linda Thelma, Julia Alonso y José Bohr. Se distribuyó la letra de “Desde las nubes” entre los asistentes. Otro baile en el mismo día y organizado por el Aero Club Argentino se hizo en el teatro de la Ópera, con una gran asistencia de civiles y militares, según reza la información respectiva. Tuvo la particularidad de presentar una jazz-band o banda ramericana, totalmente integrada por conocidos aviadores.
1925. Con un lleno total en los palcos y en el salón de la Ópera se realizó el Tercer Baile de los Aviadores, en el primer día de carnaval. Los palcos estaban ocupados por figuras conocidas en el teatro, en los círculos periodísticos y artísticos, además de oficiales pilotos. Estaban adornados con flores y banderas. El diario Crítica, en su edición del 15 de febrero de 1925, menciona que la cupletista Ada Falcón fue proclamada Reina de los Aviadores, y aparece sentada al lado del aviador Guillermo Hillcoat, a quien se coronó como Príncipe por su viaje aéreo al Perú. En esta ocasión se estrenó el tango “Oro y seda”. El baile «…terminó a la salida del sol, hora en que la sala de la Ópera empezó a queda desierta…».
1926. El 13 de febrero se realizó el Cuarto Baile de los Aviadores, en el teatro Ópera, ocasión en que Ada Falcón estrenó el tango “Bésame en la boca”. La concurrencia fue nutrida y los disfraces fueron muchos y variados.
1927. El Quinto Baile se realizó en el teatro Ópera y Osvaldo Fresedo, estrenó el tango “Arrabalero”. Fue coronada nuevamente Reina de los Aviadores, la exquisita Ada Falcón y su Príncipe fue «el intrépido y afamado piloto señor Bernardo Duggan». Este había realizado el año anterior el raid Nueva York-Buenos Aires, acompañado de los pilotos Olivero y Campanelli, viaje que dio lugar a la composición de varios tangos. El baile estuvo dedicado al aviador italiano Francisco de Pinedo, de visita en el país.
1928. El 11 de febrero y desde las 23:30 horas, se efectuó el Sexto Baile de los Aviadores, en el Teatro Coliseo. Aquí se estrenó música bailable con motivos alusivos a la aviación, hubo palcos adornados, trajes de disfraces y de fantasía acordes al festejo, bautismo de los “angelitos”, es decir, de los nuevos pilotos diplomados durante 1927 y presentación de artistas. Actuaron las orquestas de Francisco Lomuto, Luis Teisseire y Osvaldo Fresedo. Se estrenaron los tangos, “Aterrizaje”, de José M. Ruffett, que grabó Roberto Firpo y “Águila real”, dedicado al piloto Claudio Armando Mejía. Asistió el Presidente de la Comisión Organizadora el piloto Enrique A. Roger y numerosos aviadores civiles y militares.
1929. Se realizó en febrero el Séptimo Baile de los Aviadores, resultando Reina la aviadora uruguaya, Sra. Aris W. de Poli, siendo elegidos Príncipes Consortes los aviadores norteamericanos, White y Mac Mullen, que se encontraban de visita en la Argentina.
1930. Octavo Baile. Se realizó en el Teatro de la Ópera el 28 de febrero. Se presentaron las orquestas de Francisco Canaro en tango y Adolfo Carabelli en jazz. «Cumplieron con la visible satisfacción de las parejas, un selecto programa musical…», relató La Nación del 1 de marzo. Se estrenaron los tangos “A mí no me den consejos” y “Milonga canyengue”, ambos de Canaro y el foxtrot “Voy… volando”, de Carabelli, alusivo a los aviadores. Se coronó la Reina de los Aviadores, aunque los diarios no mencionaron su nombre.
1931. El sábado 7 de febrero se realizó un Gran Baile de los Aviadores, el número nueve, con «…concursos de toda índole. Valiosos premios y sorteos.». De acuerdo con el diario La Razón se efectuó en el Teatro de la Ópera. Amenizaron la orquesta de Francisco Canaro y la jazz band de Adolfo Carabelli. Se eligió Reina de los Aviadores a la actriz, Pierina Dealessi y Príncipe Consorte al piloto civil Marcelino Viscarret.
1932. Se realizó el Décimo Baile de los Aviadores en Les Ambassedeurs, nuevo local erigido en Figueroa Alcorta y Salguero, donde antes estaba situado el viejo Armenonville. En 1927 se había comenzado su demolición, dando paso a la construcción del nuevo salón, que sería un lugar de actuación de orquestas durante la década siguiente, la famosa del 40, para luego, en los años 60, transformarse en las instalaciones del Canal 9 de televisión.
1933. El Décimo Primer Baile de los Aviadores fue amenizado por la orquesta de Francisco Canaro y la jazz americana de Adolfo Carabelli. Fue invitado el aviador escocés James Mollison, quien había realizado el viaje entre Inglaterra y Buenos Aires sin acompañante. Asistieron Eduardo Bradley y Florencio Parravicini y numerosos pilotos civiles y militares, con una numerosa concurrencia en el Monumental. Canaro estrenó su tango “Si yo fuera millonario” y, también, “Tiburón”, “Cuando se escriba tu historia” de Edgardo Donato y Máximo Orsi y “Ventarrón”. Fue elegida Reina de los Aviadores la señorita Mila Murphy, y Príncipe Consorte el piloto civil Rufino Luro Cambaceres.
1934. Fueron elegidos como Reina de los Aviadores la cantante, Mercedes Simone y como Príncipe Consorte el piloto, Carlos Etcheveguren Serna, y en principio, este baile anual debería llevar el número Décimo Segundo.
1935. El Décimo Tercer Baile de los Aviadores se realizó, en esta ocasión, en el Teatro Colón de Buenos Aires, el 1 de marzo. Para esa fecha, el Colón ya dependía de la Municipalidad porteña. La sala del primer coliseo estaba adornada e iluminada para un evento carnavalesco «…y hasta la madrugada se bailó constantemente con entusiasmo. Buen número de damas que lucían lujosos disfraces pusieron una nota de alegría en la reunión a la que acudieron conocidos pilotos civiles y militares…». Actuaron: la orquesta de Julio De Caro, con su “chansonnier” Pedro Lauga, según menciona la crónica de época. Además se presentó las jazz de Eduardo Armani, con su cancionista Blackie (Paloma Efron), y los Golden Brothers. Hubo desfiles, cuadrillas, cancán y otras variedades, y un espectáculo coreográfico a cargo del cuerpo de baile del teatro. De Caro ejecutó sus tangos: “Ja, ja, ja”, con letra de Enrique Cadícamo y “Puede ser”, con letra de Mario Gomila, “Luna arrabalera”, “Ideal” de Francisco De Caro y Gomila, “Coquito”, de Carlos López Buchardo, entre otros. El organista Julio Perceval dirigió la orquesta del Colón que presentó “Rapsodia de tango”, de Arnaldo Spósito que «…fue bien interpretada en la discreta coreografía de Nemanoff…». También dirigió Perceval un tango estilizado, sobre el tango de Julio De Caro “Copacabana”. Se entregaron premios especiales a antiguos aviadores como la Sra. Enriqueta F. de Jarfelt, Carola Lorenzini, que se encontraba en actividad, la sueca Inga Karin Almstron, Frank Collins Abbot y al piloto argentino Enrique A. Roger.
1936. El 20 de febrero se registra el último Baile de los Aviadores, el décimo cuarto, estrenándose el tango de Salvador Grupillo “Planeando”, especialmente compuesto para esta ocasión. Se realizó en el Teatro Casino de la calle Maipú, entre la avenida Corrientes y Sarmiento. La comisión organizadora estaba compuesta por los aviadores Enrique Roger, Bó, Eduardo Olivero, Carola Lorenzini y otros. Amenizaron el baile la jazz-band de Al Durante y la orquesta típica criolla de Salvador Grupillo.
En la misma fecha de este año, el 20 de febrero a las 23 horas, se efectuó en el Monumental otro Baile de Carnaval de disfraz y fantasía, con valiosos premios y actuación de conocidos artistas de la radio y el teatro. El decorador López Naguil preparó la sala convirtiéndola en un circo ambulante con sus carpas y carromatos. Actuó la orquesta de Fresedo y la jazz de Eduardo Armani. Acudieron al baile conocidos pilotos de los primeros tiempos de la aviación, que refirieron jugosas anécdotas de esa época. «Se adhirieron a esta fiesta el Centro de Aviación Civil, el Centro Universitario de Aviación, el Círculo de Armas y el Club del Progreso, además de otras instituciones civiles y deportivas…», de acuerdo a los manifestado en el diario Crítica del 21 de febrero de 1936.
Después, no se siguieron realizando estos bailes o, al menos, no encontramos documentación de ello o, no se han realizado bajo el aditamento de “Baile de los Aviadores”. Aunque se mencionan dieciséis ediciones, sólo llegamos hasta la catorce, pero lo fundamental, es que rescatamos, a diferencia de los Bailes del Internado, un suceso danzante que hasta el presente no era tan conocido ni comentado.
Gracias Fernando !!! Un Fuerte Abrazo
La Comisión Directiva
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